La yegua se trató con antisépticos tópicos (betadine y clorhexidina) y antihistamínicos (Alergia N) consiguiendo la remisión completa de los signos inflamatorios a los diez días. Se le administró un tranquilizante (acepromacina) para reducir el estrés de la paciente. Dos semanas más tarde fue traslada a su cuadra de origen y sin tratamiento. A los dos meses había crecido todo el pelo y el aspecto de la yegua era absolutamente normal.