En caso de alta sospecha o dudas sobre si la causa es una sarna sarcóptica se podría realizar una prueba serológica para detectar inmunoglobulinas específicas frente a Sarcoptes.
Una vez realizadas las pruebas básicas sin encontrar la causa del cuadro pruriginoso, debemos plantearnos etiologías de tipo alérgico y comenzar por ensayos terapéuticos para descartar/confirmar la implicación de reacciones de hipersensibilidad a la picadura de pulgas o insectos en general. Por ello platearemos un tratamiento combinado de adulticidas (fipronilo, piretrinas, piretroides, selamectina, imidacloprid, nintenpiran) y ovicidas-larvicidas (lufenuron, piriproxifeno, metopreno) frente a pulgas.
A la vez que se instaura el tratamiento integral frente a pulgas, se pueden administrar glucocorticoides durante un periodo corto de 15 días para controlar los signos de prurito intenso, mientras se reduce la carga parasitaria y comienza a hacer efecto el control antiparasitario.
Se deben realizar controles de la evaluación del tratamiento a las cuatro semanas y a los dos meses. Si el paciente evoluciona bien, seguiremos con el control de pulgas, sin antiinflamatorios y evaluaremos la evolución de los signos clínicos durante tres meses.
Si a los dos meses, no se observa suficiente mejoría con el control antiparasitario, procederemos a introducir una dieta hipoalérgenica. Se puede instaurar una dieta hipoalergénica o de eliminación a base de fórmulas comerciales (de proteína novel o hidrolizada) o hecha en casa (a base de una fuente de proteína que no forme parte de la dieta habitual del paciente y de una fuente de hidratos de carbono). Nuevamente, si el picor es elevado, podemos administrar con la dieta, durante las dos primeras semanas, corticosteroides orales de vida media semilarga (prednisona, prednisolona, metilprednisolona) y dar tiempo a que se aprecie el efecto positivo de la dieta. La dieta debe mantenerse durante 8 semanas (sin corticosteroides) para comprobar que es efectiva. Este ensayo terapeútico, en el caso de que se observe mejoría de los signos, no estará completo hasta que se realice la fase de provocación con sustancias sospechosas de provocar la alergia alimentaria. Esta segunda fase la llevaremos a cabo en 3-4 semanas, introduciendo cada semana una fuente de alérgeno sospechosa cada semana y comprobando con cual de los alimentos (o aditivos..) administrados aparecen los signos de picor y las lesiones.
En caso de que no se observe respuesta al ensayo terapeútico con la dieta, es muy probable que se trate de un caso de dermatitis atópica.
Tambien puede suceder que se observen respuestas parciales con los ensayos terapeúticos de los antiparasitarios y de la dieta. Si este fuese el caso, se trataría de un cuadro de dermatitis atópica combinado con hipersensibilidad a la picadura de pulga y/o alergia alimentaria.