La cuestión del manejo terapeútico de los signos de alergia en un perro con leishmaniosis no resulta fácil dada la situación observada en nuestro caso. Requiere un análisis y una discusión importante pues puede haberse dado la casualidad de que el paciente posea un sistema inmune débil frente a la leishmaniosis y justo cuando se administró la ciclosporina también fue infestado o bien este inmunomodulador, que funcionó muy bien para controlar las lesiones y el prurito de origen alérgico, contribuyó al desencadenamiento de los signos de leishmaniasis. Ante las dudas, en este paciente, optamos por retirar la ciclosporina y combinar ácidos grasos esenciales y prednisolona a dosis muy bajas en días alternos durante los días de máximo prurito, además de un exhaustivo control antipulgas.
En cuanto al manejo terapeútico de la leishmaniosis, optamos por un tratamiento con miltefosina (2 mg/kg/día) asociada con alopurinol (10mg/kg/12h).
Un mes después de establecer el tratamiento, las lesiones nodulares habían desaparecido (figs. 8 y 9).
![]() |
Fig.8. Imagen; de la zona facial del paciente dos semanas después del primer tratamiento frente a Leishmania. |
![]() |
Fig.9. Imagen general del paciente, dos semanas después del primer tratamiento frente a Leishmania. |