Se trata de un patrón caracterizado por afectarse todo la superficie de la piel, siendo el principal signo clínico el eritema generalizado, que es más intenso en las zonas faciales (párpados, zona perilabial, pliegues faciales y pabellones auriculares), zonas plantares e interdigitales de las patas, axilas e ingles. Precisamente en las zonas con mayor intensidad de eritema, el prurito es más intenso (7-9 sobre un máximo de 10 puntos). Otras lesiones que se observan (escamas, escoriaciones) son consecuencia del rascado. La distribución es simétrica y bilateral.
La respuesta es la segunda opción.