La educación en valores constituye la base fundamental para el ejercicio crítico y responsable de la ciudadanía y para la educación integral de las personas. En primer lugar, proporcionando las herramientas para que el alumnado adopte un compromiso activo y autónomo con los valores, principios y normas que articulan la convivencia democrática. En segundo lugar, contribuyendo a la formación intelectual, moral y emocional para una reflexión personal en torno a los grandes retos y problemas que constituyen nuestro presente.