Aula Invertida: Un método para activar al alumnado pasivo. Guía de aplicación. (2021)

Uno de los problemas que presenta el Aula Invertida es que el modelo de aplicación es muy genérico, solo se basa en agrupar un conjunto de actividades en torno a la “lección en casa” y otro conjunto de actividades en torno a los “deberes en clase”.

Este modelo genérico tiene ventajas y desventajas. Entre las ventajas citamos la flexibilidad y creatividad que permite, ya que al no definir las actividades concretas el profesorado tiene libertad para establecer las que considere más adecuadas. Como principal desventaja señalamos la gran variedad de modelos existentes en la actualidad, lo que puede ocasionar una cierta confusión entre el profesorado que desea comenzar a utilizar este método.

Así pues, es necesario clasificar los distintos modelos de aplicación para facilitar su estudio y la elección del más adecuado en cada caso. Por otra parte, en las primeras aplicaciones de este método se detectaron problemas debidos a la desconexión que el alumnado podía percibir entre las actividades de la “lección en casa” y las de los “deberes en clase”, ya que de ella depende el que haya una continuidad en el aprendizaje. Algunos trabajos de investigación han analizado este problema y esa mencionada discontinuidad es la que permite establecer la clasificación de los distintos modelos de Aula Invertida. Se definen, por tanto, los siguientes tres modelos.

• M1- Existe relación temática entre la “lección en casa” y los “deberes en clase”. Pero no hay actividades de aprendizaje planificadas que relacionen ambas partes.
• M2- Existen actividades de aprendizaje planificadas en los “deberes en clase” que sirven de refuerzo a lo realizado en la “lección en casa”.
• M3- Existen actividades de aprendizaje planificadas que integran la "lección en casa" y los "deberes en clase".

A continuación se describen los tres modelos comparándolos con el modelo “original” [1], lo que permite observar de manera más sencilla las diferencias entre los modelos.