“LAURENCIA HABLA A LOS HOMBRES DEL PUEBLO”, (ACTO III DE 'FUENTEOVEJUNA'), LOPE DE VEGA (1562-1635)

Sale LAURENCIA, desmelenada
LAURENCIA
Dejadme entrar, que bien puedo, 8-
en consejo de los hombres; 8a
que bien puede una mujer, 8-
si no a dar voto, a dar voces. 8a
¿Conocéisme? 4-
ESTEBAN
¿Santo cielo! 4-
¿No es mi hija? 4b
JUAN ROJO
¿No conoces a Laurencia? 8-
LAURENCIA
Vengo tal, que mi diferencia os pone 8a
en contingencia quién soy. 8-
ESTEBAN
¡Hija mía! 4b
LAURENCIA
No me nombres tu hija. 7b
ESTEBAN:
¿Por qué, mis ojos? ¿Por qué? 8-
LAURENCIA:
Por muchas razones, 6a
y sean las principales: 8-
porque dejas que me roben 8a
tiranos sin que me vengues, 8-
traidores sin que me cobres. 8a
Aún no era yo de Frondoso, 8-
para que digas que tome, 8a
como marido, venganza; 8-
que aquí por tu cuenta corre; 8a
que en tanto que de las bodas 8-
no haya llegado la noche, 8a
del padre, y no del marido, 8-
la obligación presupone; 8a
que en tanto que no me entregan 8-
una joya, aunque la compren, 8a
no ha de correr por mi cuenta 8-
las guardas ni los ladrones. 8a
Llevóme de vuestros ojos
a su casa Fernán Gómez;
la oveja al lobo dejáis
como cobardes pastores.
¿Qué dagas no vi en mi pecho?
¿Qué desatinos enormes,
qué palabras, qué amenazas,
y qué delitos atroces,
por rendir mi castidad
a sus apetitos torpes?
Mis cabellos ¿no lo dicen?
¿No se ven aquí los golpes
de la sangre y las señales?
¿Vosotros sois hombres nobles?
¿Vosotros padres y deudos?
¿Vosotros, que no se os rompen
las entrañas de dolor,
de verme en tantos dolores?
Ovejas sois, bien lo dice
de Fuenteovejuna el hombre.
Dadme unas armas a mí
pues sois piedras, pues sois tigres...
--Tigres no, porque feroces
siguen quien roba sus hijos,
matando los cazadores
antes que entren por el mar
y pos sus ondas se arrojen.
Liebres cobardes nacistes;
bárbaros sois, no españoles.
Gallinas, ¡vuestras mujeres
sufrís que otros hombres gocen!
Poneos ruecas en la cinta.
¿Para qué os ceñís estoques?
¡Vive Dios, que he de trazar
que solas mujeres cobren
la honra de estos tiranos,
la sangre de estos traidores,
y que os han de tirar piedras,
hilanderas, maricones,
amujerados, cobardes,
y que mañana os adornen
nuestras tocas y basquiñas,
solimanes y colores!
A Frondoso quiere ya,
sin sentencia, sin pregones,
colgar el comendador
del almena de una torre;
de todos hará lo mismo;
y yo me huelgo, medio-hombres,
por que quede sin mujeres
esta villa honrada, y torne
aquel siglo de amazonas,
eterno espanto del orbe.
ESTEBAN
Yo, hija, no soy de aquellos
que permiten que los nombres
con esos títulos viles.
Iré solo, si se pone
todo el mundo contra mí.
JUAN ROJO
Y yo, por más que me asombre
la grandeza del contrario.
REGIDOR
¡Muramos todos!
BARRILDO
Descoge un lienzo al viento en un palo,
y mueran estos enormes.
JUAN ROJO
¿Qué orden pensáis tener?
MENGO
Ir a matarle sin orden.
Juntad el pueblo a una voz;
que todos están conformes
en que los tiranos mueran.
ESTEBAN
Tomad espadas, lanzones,
ballestas, chuzos y palos.
MENGO
¡Los reyes nuestros señores vivan!
TODOS
¡Vivan muchos años!
MENGO
¡Mueran tiranos traidores!
TODOS
¡Tiranos traidores, mueran!